París se está desarmando,
no come más que fideos y la piel le queda grande por todos lados. Es como la
gran ciudad cayendo pero sin llamas. La veo acostada al lado mío, respirando
ruidosamente, y la acaricio con una seña de este lado de la ventana. Si éste era
el lugar célebre del amor, ahora no es más que otro homeless (sonrío apenas, quizá quiera habitarme). Veo otra vez cuánto nos parecemos, en el modo
de pedir amor, llenos de hábitos que creíamos eran los correctos para amar.
Ella saluda con entusiasmo a todos sus visitantes, yo no porque sé. París se está desarmando.
*Foto Lucia -ojomaravilla- Chain (Flickr Cobrakiller)
No hay comentarios:
Publicar un comentario