viernes, 28 de octubre de 2011

Que tu puto dios me escuche ladrar

Yo entiendo que a nosotras no nos podés garchar. Y que entonces cualquier otra concha está más que bien para chupar, para salir corriendo atrás. Pero nosotras vamos a tener que limpiarte la mierda, prepararte el té, o sino, tirarte en algún puto lugar como una especie de esperable venganza. Nunca nos elegís, nunca somos más importantes. Llegué a preguntarme qué tengo de malo ¿soy tan poco valiosa como para no merecer tu respeto? Ni siquiera busco amor. Las preguntas las trasladé a otros: Obtuve respuestas acordes. Así que gracias por haber hecho todo esto lo más difícil posible, así tengo bien presente que nunca voy a ser como vos. Papá. 

miércoles, 19 de octubre de 2011

Los manuales sobre los otros


No sirven. The other has to be open. La única oración marcada con resaltador. Porque la cuestión no es de estrategia, sino más bien radial: de sintonía. O quizá de dialecto. Por ahí cuando yo decía amor él entendía aceituna y pensaba que estaba tratando de venderle un frasco de pickles, en lugar de regalarle algo. Mejor un diccionario de dialectos, o un traductor en simultáneo que además nos compre las entradas para el cine. 

martes, 18 de octubre de 2011

Tengo otras, y no quiero pero las uso.


-Me dan ganas de estrujarte- decía yo.
-Y hácelo- decías vos.
Pero yo sabía que cuando quería estrujarte, usar mis brazos constrictores para rodearte, era una forma extraña, un deseo intruso de destruir lo que amaba. Por eso siempre apretaba más los dientes, y los brazos se me debilitaban rápido y vos estabas a salvo. Al menos de esa.


*Discusión en el foro del diccionario: Házcelo/ Hácelo. Lean la que gusten. 

lunes, 10 de octubre de 2011

Los zombies no bailan, te lo juro.



Hay que amar lo que es real, lo que es honesto. Primero en uno ¿no?
El resto es hacerse la paja en el corazón. Es hacerle la paja a la muerte.






*Foto: Galería de What Makes The Pie Shops Tick? (flickr)

domingo, 9 de octubre de 2011

Arcoiris y mariposas mata realidad

-Me haces acordar a ese tema.
-La parte que dice lo del pelo de Hitler ¿no?
-Si, ¿cómo sabías?
-Que se yo, me imagine.
-El otro día le dije a mi amigo eso de vos. También le dije que te imagino tocando la batería o el bajo, capaz.
-No, soy horrible con los instrumentos. 
Es más, este es el momento para advertirte que el choque con la realidad corre por tu cuenta.



martes, 4 de octubre de 2011

El destino es un señor de cincuenta años que se casó a los veinte y te saca la carta astral en quince cuadras



El remisero me dice que soy buena, que el se da cuenta de eso por la forma de hablar de las personas, por los kilómetros que lleva de viaje. Para eso que dice tengo un montón de peros. Igual me callo, le pago doce pesos y le digo que si, que voy a intentar creerle. Porque puede ser el destino, subido a un 504, que me pide que me deje de joder.