Estoy en ésta fiesta, encerrada en el cuarto de baño. Me seco con el papel con el que se limpia la mierda. Lloro y lloro y me seco. Te escribo para decirte que no soy un hueco donde poner tu deseo. que no es por mi sino por cualquier hueco. Y siento ganas de cortarme la mano derecha y regalártela para que tengas dos manos para masturbarte más a gusto, y que no vengas con tus urgencias a molestarme, porque no quiero que me cogas como un perro. Pero si hago esto, hago lo de siempre, regalo lo que es mío y que necesito. A menos que aprenda a escribir y a masturbarme con la mano izquierda. A eso de las tres te envío un pequeño mensaje, que contiene todo esto con menos palabras: no me llames más.
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1 comentario:
bueno, hay cosas muy intensas acá, eh.
te recomiendo leer Hija de Perra, de Malú Urriola. Verás por qué.
beso, peque!
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