Se sumerge el individuo, escafandra oxidada de la mente, ojos bien cerrados, estampitas sudadas de fe. Muchos pasillos, muy estrechos. Muchos pasillos. Ojos bien cerrados: Eso igual lo veo, lo sé, lo veo. Tres, dos, uno, despierta al chasquido de dedos. Guantes demasiado gruesos, chirridos de la goma pero ningún clic. Adiós viajero, adiós.
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2 comentarios:
escafandra y me visto profundo en el mar sin presion...
No sé, me acorde de la canción
Viajera incansable, un placer leerla siempre.
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