Para él no eran las flores; la primavera
traía chicas recostadas sobre el pasto. Como le gustaría deshacerle los
cuerpos, las remeras. Como si manos de fuego, como si cuerpos pedacitos de
miel. En eso pensaba mientras miraba por la ventana sentado en su sillita de
metal.
*Foto Lucia Chain (Flickr Cobrakiller)
1 comentario:
ví al hombre intentando deshojar a cada chica, o a todas juntas, con unas grandes e inútiles manos que le colgaban de todo el cuerpo, como pétalos de una flor gigante que se pudre después de semanas de intentarlo.
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