Yo no sé de cosas terrestres. Sólo sé de piruetas sobre mi misma. De espacios oscuros como abismos intermitentes. De luz prestada y efímera. De calor distante. Sé de asteroides llenos de flores y de príncipes ausentes, quizá fugitivos. Sé de magníficos pilotos de tormenta con récord en aterrizajes forzosos. Se estrellan sobre mi y rasgan mi superficie. Escarban en busca de oro y yo se los permito. Pero no lo hay.
1 comentario:
Escarban en busca de oro y yo se los permito. Pero no lo hay.
Lindo, Noe!
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