La chica que colecciona timers del
mundo cae en cuenta de que todos son made in Taiwan y se sume en una profunda
crisis de identidad. Por una sóla cosa que no te gusta pedís un cambio total.
Algo así me dijo ella, y siempre te deja pensando esa chica. Es lindo charlar
con ella, incluso si es entre cuadro y cuadro. Tiró todos los timers a la
basura y entró al coro de una iglesia.
*Foto Lucia Chain (Flickr Cobrakiller)
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