A decir verdad Julián no era mi tipo. Sin
embargo le grité que me llevara a ver a Huracán a la cancha, que jugáramos
todas las versiones existentes de wining eleven y que comiéramos papas fritas
todos los días. Porque en esos
cinco segundos yo amaba a Julián. Con un tremendo impulso del cuerpo fui a
abrazarlo y ahí me quedé hasta que el chico gritó corte. Después de eso Julián
me caía bien, el efecto del abrazo duró casi todo el viaje de vuelta a casa,
hasta que me di cuenta que uno de los abrazos más sinceros que había dado en mi
vida había sido actuando.
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3 comentarios:
capa mal
Me gusta!
Un bello escrito, me recuerda a la escena de los Excéntricos Tenembaum, en la que el viejo Royal se da cuenta que tras semanas de simular un cáncer para estar en la casa de su ex esposa y sus hijos, ha pasado los mejores días de su vida. Y aquí una producción radial subterránea de mi amigo Marini, que algo por algún lado tiene que ver.
http://www.youtube.com/watch?v=eoVlbMqY7xQ&list=UU0QFbyM9pGGJ0uohKbdmQbQ&index=7&feature=plcp
Un abrazo!
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