Levanté el teléfono y escuche - Hola, Noelia ¿Te
acordás de mi? Enseguida pensé que debía ser dios, con voz metalizada y robótica, que había
mandado un mensaje de texto a mi línea de teléfono fija para averiguar porqué
hacía tanto no rezaba. -Rezo para adentro, dios. Para mi. A veces con mi mano- Le expliqué a la
máquina contestadora. -Pero si te hace feliz me suscribo a tu newsletter- aunque no lo vaya a leer nunca.
*Foto Lucia Chain (Flickr Cobrakiller)
*Foto Lucia Chain (Flickr Cobrakiller)
1 comentario:
sí! una genia total que también es humana me recuerda todo el tiempo que todo es mental y que la realidad es una ficción de la mente y a veces entender eso está buenísimo. digo
las perspectivas y las cosas como uno quiere verlas, todos las elegimos y en parte estar tristes es nuestra culpa! jajaja
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