Agarras la pala y te
revolvés las entrañas. Vos sólo. El mundo no tiene sabor porque nunca terminas
de decidir por dónde pasar la lengua. Después uno se construye una salida, o un escape. Y preferimos salvarnos diciendo adiós en lugar de decir bienvenido.
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3 comentarios:
Me encantó.
Saludos.
Coincido. El final es mucha verdad!
Gracias Poeta y Rojiza!
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