Le dije que lo adoraba y que lo iba a extrañar, y esas dos veces lloró. Yo lloré todo el camino. Pero él quiere ir de viaje solo. Yo tenía las valijas listas, tres en total. Ahora cada prenda que vuelve a su cajón me quema las manos. Esa era toda la ropa que quería usar para que saliera en las fotos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
creo que es lo mejor que te leí, noe.
ese final es un lujito tremendo!
a seguir abriendo el pecho, niña.
muá!
MIEEEERDA.
Viajes eternos, Noe. No se para de viajar. En el medio muchas cosas, más o menos eternas, pero siempre el viaje.
De viajes inconclusos, finales infelices, perfecto y melancólico para el comienzo del otoño. Hermoso Noe!
Publicar un comentario